El blackjack ha destacado a lo largo de la historia por ser uno de los juegos más famosos en los casinos de todo el mundo, destacando en sus inicios al tratarse de uno de los juegos más populares entre las sociedades más altas de Europa. Finalmente ha sido acogido entre los juegos más populares a nivel global en casinos de todo tipo, 1
Este juego destaca por combinar las apuestas y parte del azar con una estrategia que, de seguirse, podrían aumentar las posibilidades de éxito en el juego, aumentando a su vez las posibles ganancias para el jugador.
Así, en el blackjack el momento clave de la partida llega a la hora de que el jugador tome una decisión entre pedir una carta o pasarse. De esta forma entra en juego como pieza indispensable la habilidad del jugador para leer la partida y elegir así el movimiento adecuado, que de ser correcto, podría significar en una victoria del jugador.
De esta forma, separar la mano o doblar la apuesta resulta absolutamente vital en el devenir de la partida, siendo una decisión que únicamente toma el jugador en cuestión, que de esta manera podría asegurarse la victoria en la partida, o por lo contrario, perder la apuesta realizada.
Estrategias para jugar al blackjack:
- Plantarse: Este movimiento debe realizarse si se tienen cartas altas mayores que 12, mientras que el crupier posea una carta débil, no superior al 6.
- Pedir carta: Recomendable si se tiene una mano de cartas duras, siempre y cuando no existan altas posibilidades de ganar, y el crupier tenga una carta fuerte, del 7 al As.
- Doblar la mano: Se puede realizar si el crupier posee una mano débil, entre el 2 y el 6; o si la mano de cartas duras suma más de 10, excepto si el crupier posee un 10 o un As.
- Separar la mano: Al separar las manos hablamos de una situación que se debe dar si el crupier tiene una carta débil, entre el 2 y el 6; o separando Ases y 8, teniendo en cuenta que en este juego existe un predominio de los 10; por lo cual nunca se recomienda separar una mano con dos cartas con valor de 10 en el blackjack.
Sin embargo, por ejemplo, en el blackjack americano se reparte una carta cubierta y otra a la vista de los jugadores sobre la mesa, de forma que si la carta descubierta se corresponde con un valor de un 10 o un As, el crupier destapa la otra, y de no tener blackjack, los jugadores prosiguen con la partida.
